
donde el sol del mediodía no quema,
donde las noches de luna llena
no te hacen llorar.
Me han dicho que en ese lugar
te la pasas recostada en la arena,
poniendo avisos, mujer
condena al que la haga sudar.
No sé por qué esa necesidad
de viajar tan lejos de la realidad,
poniéndote una careta en el corazón
pretendes olvidar.
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